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Rafael Lozano-Hemmer es un artista conocido por sus obras que se caracterizan por la unión de la ciencia y del arte. El, a finales de los años 80, se graduó en física y química, pero con los años encontró lo que realmente le gustaba: canalizar sus intereses científicos en la creación artística.

El mexicano es conocido por sus obras interactivas; para ello utiliza tecnologías como la robótica, proyecciones, sensores y redes de comunicación.

Lozano-Hemmer está especializado en lo que se llama arte electrónico.

Esta obra fue creada en el año 2008. Se usó una tecnología llamada “sensor de frecuencia cardíaca” la cual ayudaba a hacer ese efecto visual que Rafael buscaba. Está tecnología, como bien dice su nombre, se basa en las pulsaciones de todos los visitantes a su exposición, es una obra interactiva más de todas las que tiene Rafael.

Esta consiste en que las bombillas se apagan y se encienden según las pulsaciones de los espectadores, esto se consigue a raíz de unas varillas metálicas que captan a la perfección dichas pulsaciones.

Esta espiral, está compuesta de 400 bombillas incandescentes (luz cálida).

SINTONIZADOR FRONTERIZO - 2019

Gracias a esta obra, Rafael consiguió hacer arte de las tensiones de la frontera entre México y Estados Unidos. Consistía en una obra que solo era visible por la noche, en la que a través de la voz se podían emitir unos enormes focos de luz que llegaban hasta el otro lado de la frontera.

Que la proyección de la luz dependiera de las voces, no era casualidad; “en muchas ocasiones, lo importante es escuchar lo que tiene que decir el otro” dijo Rafael.

Además, las luces parpadeaban al ritmo del corazón de los espectadores a través de unos sensores.

VICIOUS CIRCULAR BREATHING - 2013

Esta obra está hecha por un artefacto científico y un enorme instrumento musical de viento, representando un órgano. Está compuesto por una serie de elementos interconectados: sala de vidrio, salidas de emergencia, sensores de dióxido de carbono y oxígeno, fuelles motorizados, un sistema de válvula electromagnética y un dispositivo en forma de árbol junto a 61 bolsas de papel que cuelgan de los tubos.

Los visitantes para participar, deben entrar en una caja de vidrio. Las respiraciones de todos los participantes se mantienen circulando y se vuelven perceptibles por la acción de los fuelles, que inflan y desinflan las bolsas.

Esta obra está compuesta por varias filas de cintas métricas motorizadas que registran la cantidad de tiempo que los visitantes están en la instalación. Cuando uno de los sensores detecta a una persona en la zona, la cinta más cercana empieza a subir. Tiene un máximo de 3 metros, pero una vez llega a ese límite, retrocede.

2010

VIGILANCIAS MATERIALIZADAS

"Vigilancias materializadas" fue la primera exposición del mexicano Rafael Lozano-Hemmer. Esta, consta de 5 instalaciones que tienen en común la materialización de la vigilancia computarizada.

Cada pieza responde a la presencia del público, gracias a cámaras de rastreo, sensores infrarrojos y microscopios de huellas dactilares.

Lozano-Hemmer utiliza técnicas de creación y crítica como son la ambigüedad, la ironía, la repetición y el performance, con el objetivo de crear experiencias de conexión y complicidad.

La pieza principal de la exposición: "Flujo de referencia". Esta trata de varios letreros robotizados con la palabra "exit" que rotan y persiguen al público, mostrándole siempre la salida hacía la izquierda, marcándole diferentes rutas de escape.

En "Basado en Hechos Reales" el performance ya la fotografía se juntan. Trata de una intervención sobre cámaras de vigilancia en espacios públicos de México.

"Puntos Cardinales" se estreno en está exposición. Se trata de un extracto del poema "Altazor" de Vicente Huidobro, que aparece en un monitos de vigilancia que rota automáticamente cuando detecta al público.

Otro estreno es "Índice de Corazonadas", una pieza en la que se graban las huellas dactilares de los participantes y se detecta su ritmo cardiaco al mismo tiempo.

Por último, "Compañía de los Colores", una pantalla de alta resolución interactiva, con un sistema integrado de seguimiento informatizado, que construye la imagen del público en vivo representándola con una variedad de paletas de colores significativas de la historia de los ordenadores y videojuegos.

El Flujo Óptico es el movimiento aparente de los objetos causado por el desplazamiento relativo entre un observador y la escena.

Esta exposición, está compuesta por 5 obras que toman como referencia el punto de vista del público para articular un discurso que reflexiona sobre la percepción visual.

Rafael describe esta exposición como "un evento activo de construcción de la realidad a partir de distorsiones, mezclas, gradientes, filtros y campos de luz; una vibración energética violenta y fuera de control al nivel de la percepción”.

OBRAS:

Semioptics for Spinoza, Shadow Object 4, 2012

External Interior, 2015: activa su movimiento centrado en el espectador, y una vez introducida la cabeza en esa esfera óptica, genera una nueva perspectiva.

Polar, 2018: hace una transcripción del posicionamiento del individuo frente a la pieza en coordenadas polares.

Descendiendo la escalera paramétrica, 2018

Double, 2018

OBRAS:

Going One, 2017: Es un video monocanal presentado en una pantalla circular (145cm de diámetro), donde muestra una hormiga caminando sobre una pelota. Es una metáfora del individuo que vive absorbido por su cotidianeidad donde pierde el sentido de si es la pelota que gira bajo sus pies o son estos los que le otorgan movimiento.

Password Breach, 2021: La instalación de 77 pantallas de papel electrónico, muestra un constante flujo de contraseñas extraídas de las bases de datos de usuarios filtrados en los escándalos de los Panama Papers, Ashley Madison y RockYou2021.

Botella de castigos, 2022

Hormonium, 2022: La obra crece con el espectador, mostrando ciclos hormonales que rigen nuestro cuerpo, desde el crecimiento a la reproducción.